Trajes de la Virgen
En el ajuar de la Virgen de Gracia pueden clasificarse en dos grupos, diferenciando así entre los de salida y de camarín. Los de salida tienen en nuestro caso un uso poco frecuente, ya que la Virgen de Gracia procesiona por las calles de Carmona en escasas ocasiones, siguiendo la tradición solo sale en ocasiones muy especiales y acontecimientos extraordinarios. Los de camarín son los que luce diariamente en su lugar de culto dentro de la iglesia parroquial. Es por ello que los primeros se suelen mantener en un buen estado de conservación, contrariamente a los destinados al camarín, que por lo general presentan zonas algo deterioradas, lógicamente las más expuestas a la luz, el humo de las velas…
Todos estos trajes a su vez se pueden distinguir por dos grupos ornamentales bien diferenciados. El primero sería el que más se acerca al estilo de las imágenes de penitencia, con telas recubiertas de ricos bordados en oro, y el segundo está formado por vestidos de corte sencillo, en los que la irrenunciable espectacularidad viene dada por el valor del propio tejido y de sus adornos de encaje. Un caso aparte lo constituye un rico conjunto de encaje de Bruselas que la Virgen posee, para cuya realización necesitó el trabajo de unas buenas entoladoras profesionales.
En cualquiera de las modalidades de trajes, la indumentaria de nuestra Patrona se compone de las siguientes prendas:
Cuerpo: Parte superior del vestido de la Virgen, trazada con escote barco y mangas largas. Por la espalda se ajusta al talle mientras que el delantero se prolonga en pico. Los adornos de encaje se disponen en el frente y también en los puños.
Delantal: Es el nombre que los carmonenses le dan a la saya de la Virgen, alegando que este último se identifica más con las Dolorosas de la Semana Santa. De cualquier forma, se traza en la usual línea trapezoidal, ajustada a la cintura y amplia sobre los pies. Los adornos se colocan igualmente en el frente.
Sobremangas: A las prendas anteriores se sobreponen dos piezas alargadas, cuya misión es dar mayor prestura al manto que las recubre. Corren desde los hombros hasta los pies, flanqueando el frente del delantal. Los encajes perfilan todo el contorno a excepción del lateral que el propio manto oculta.
Manto: Es por lo general la pieza más vistosa en el conjunto de la indumentaria. Su forma es de capa, pero sus dimensiones varían según esté para ser lucido en el camarín o en procesión. Los bordes siempre se rematan con encajes.
Traje del Niño: El conjunto se completa con el traje para el Niño de Dios que la Virgen sostiene en sus manos.
Todas las prendas normalmente se confeccionan en el mismo tejido y los mismos encajes, a menos que se trate de reutilizaciones o donaciones específicas que resulten insuficientes para todas ellas. En su reverso, todas se ennoblecen con forros de seda, normalmente de muy buena calidad y del color predominante en la indumentaria.
En la actualidad, la Virgen de Gracia cuenta con un ajuar compuesto por más de 20 trajes, donde destaca por excelencia el traje blanco de raso labrado, la versión popular de su invención dice que un carmonense regaló unas perlas que traía de Filipinas, puesto que, viéndose en peligro de naufragar, así lo había prometido a su patrona si el viaje llegaba a buen fin. Entonces el Ayuntamiento acordó bordarle a la Virgen un traje e incluir en él estas perlas. Siguiendo esta versión, fueron las MM. Agustinas Descalzas de Carmona quienes realizaron el trabajo pidiendo como pago de él la promesa de que la Virgen fuera llevada a su convento siempre que procesionara, promesa que no ha dejado de cumplirse hasta el día de hoy.
